jueves, 18 de febrero de 2010

UN ADIÓS

Abrirse un abismo
irse
y no volver
a sentir
más que un hueco
inmenso.

Dejó volar su pañuelo y por un instante sintió un vacío que se le antojaba iba a ser eterno.
Al fondo oyó perderse la sirena del barco donde él se iba para siempre.

4 comentarios:

  1. Si ya lo decía yo...PONTE GOMINA...jejeje.

    Excompi.

    ResponderEliminar
  2. Espero que el pañuelo sea el limpio... ¿te imaginas con el otro y una catarro del copón? jajajajaj

    ResponderEliminar
  3. Seguro que era el barco de Agaete, pues si fue así te jodiste guapa pío,pío,pío

    ResponderEliminar