Todos los que visitan Estambul pasan por el Gran Bazar, con su marabunta de gentes y tiendas abigarradas. Pero seguro que no todos llegan hasta el Bazar de las Especias, donde aún puede apeciarse algo de autenticidad, al menos en los olores y colores. Y presidiéndolo todo el omnipresente ojo turco.
Ah, sí,...un sitio lleno de polvos,...varios...
ResponderEliminarjajajaja. ups ¿en qué estarías pensando?